Reflexión de la Secretaria General del PSOE de Alcantarilla
En julio de 2015 se aprobó por UNANIMIDAD una moción conjunta presentada al Pleno del Ayuntamiento de Alcantarilla con el ánimo de paliar en lo posible las situaciones inhumanas que viven familias en situación de vulnerabilidad que se ven desahuciadas de sus hogares.
Decía parte del texto de aquella moción que el Ayuntamiento de Alcantarilla no podía permanecer ajeno a un drama que afectaba a muchos de sus vecinos y vecinas, y que debía actuar sobre las personas y familias amenazadas por los desahucios.
Toda los miembros de la Corporación Municipal, incluidos los ocho concejales del PP, levantamos ese día nuestros brazos para votar a favor de la moción y declarar públicamente a nuestro pueblo como MUNICIPIO CONTRA LOS DESAHUCIOS.
Recuerdo los aplausos y las lágrimas desde las gradas a reventar del salón de plenos como uno de los momentos que me han hecho sentir más orgullosa de mi etapa como política.
Hoy, siete años después, me encuentro en mi buzón con un panfleto del PP de mi pueblo que me cuesta hasta describir. Pero si tuviese que hacerlo, solo diría que es, una vez más, política ruin y mezquina.
Lo primero que he pensado es que los años deben haberles hecho olvidarse de aquel día, de lo que dijeron y de lo que votaron; o que, quizás, y puede que sea lo más seguro, la única verdad sea que en aquel momento solo hicieron lo que tocaba pero sin sentirlo y que, con este panfleto o con su moción y su voto del último pleno, sí que dan su verdadera cara y que en realidad no es otra que la que siempre han tenido.
He vuelto a escuchar todas las intervenciones de los distintos Portavoces y me he sentido muy orgullosa del que en aquel momento era el mío, mi amigo Gabriel Esturillo; me he vuelto a emocionar como entonces con la verdad de todas las palabras de la defensa de Arcadio Martínez y he aplaudido la breve, pero no por ello menos emotiva, intervención de Joaquín Francisco Atenza Juárez. También, Juan Manuel Gómez, como Portavoz del PP, estuvo esa noche a la altura como la persona y amigo que aún hoy respeto, pero que ya no forma parte de la Corporación actual.
Siete años después el cuento ha cambiado casi por completo. Hay quienes hemos seguido defendiendo exactamente lo mismo que en su día dijimos y hay quienes, como diría Groucho Marx, “estos son mis principios, pero si no les gustan tengo otros”.
Desde aquí, mi enhorabuena al Grupo Municipal Socialista actual y en especial a mi compañero y concejal Miguel Peñalver por su defensa, coherencia y respeto a las leyes, que las hay y funcionan, pero, sobre todo, a la justicia social.
Lara Hernández Abellán
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